Maternidad deseada

La maternidad es probablemente una de las experiencias de vida más sagradas. Prueba de ello existen varias deidades en diferentes religiones que aluden a la figura de la madre casi como una diosa

Sería lindo que esta creencia de madre-diosa se reflejara en la sociedad pero estamos muy lejos de esto

En los últimos años se ha hablado muchísimo sobre el derecho que cada mujer tiene para decidir sobre su propio cuerpo. El tema del aborto es el que en su mayoría abarca este discurso. Pero en realidad el trasfondo y quizás lo más importante es la maternidad

El patriarcado nos ha impuesta la imagen de una madre abnegada, que lo da todo por los hijos, no duerme, se ocupa del recién nacido, de la casa y encima de todo esto es guapa y con un cuerpo perfecto, como si nunca paso por un parto. Además a esto hay que agregarle todo el miedo que los medios nos meten al mostrar partos de mujeres en agonía, gritando de dolor en un quirófano. Normalizando la violencia obstétrica. El mensaje que recibimos es que es mejor no pasar por un parto y entregarle toda la responsabilidad al doctor para que te haga una cesárea. Como si nuestros cuerpos gestantes no tuvieran la capacidad y el súper poder de parir. Como que si no fuéramos mamíferas

Claro que hay cesáreas necesarias pero las estadísticas indican que hay más cesáreas que partos. Un estudio de la revista medica del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala reveló que entre el 2011 y 2014 los hospitales privados presentaron la mayor incidencia de operación cesárea con un 68%, seguido por los hospitales de Aprofam (55%), Igss (42%) y hospitales públicos (34%)

Mientras que desde 1985 la Organización Mundial de la Salud considera que la tasa ideal de cesáreas debe oscilar entre el 10% y el 15%

¿Por cuanta violencia tenemos que pasar las mujeres para parir

Las estadísticas dan miedo pero también quiero dejar claro que existen otras formas de dar a luz en ambientes amorosos y respetuosos del proceso fisiológico. En Guatemala puedes acudir a Intuición Materna y acompañarte de una doula para que puedas retomar tu poder durante la gestación, parto y post parto

Esther Vivas en su libro

Mama Desobediente

propone rebelarse ante el mandato patriarcal de la maternidad. Ella presenta a la maternidad con luces y sus sombras. Los desvelos y las alegrías. También menciona a que la maternidad es una experiencia colectiva

Esto no se limita únicamente al modelo de madre y padre sino también implica a la sociedad porque influye en la salud física y mental de la niñez. Por ende, traer una cría al mundo, es una enorme responsabilidad y compromiso. Esta nueva vida tendrá un impacto en la sociedad y viceversa. Los seres humanos no crecemos de forma aislada

La maternidad no es solo amor y alegría también es cansancio y tristeza. Tiene muchos matices y muchos desafíos sobre todo en este mundo patriarcal que no ayuda para nada a las mujeres y la crianza

No es una tarea fácil

Cuando nos obligan a parir nos están obligando a pasar por un proceso traumático que además esta plagado de violencia. Luego toca pasar por el post parto. Una etapa de transformación en la que muchas mujeres enfrentan a su sombra. Después de esto queda toda una vida para maternar, acompañar y crecer juntes

Si todo este proceso se vive por voluntad propia se logra sobrellevar de formas amorosas aún en el cansancio y la tristeza. Pero si es algo obligado se puede volver una tortura para la madre y la cría. Imagínense el impacto que tiene en la sociedad traer niños y niñas no deseadas al mundo

¿Qué implica crecer sin amor?

Ojo, que esto no es culpa de la madre, es culpa de una sociedad patriarcal que nos reduce a ser incubadoras

Si queremos construir un mundo mejor, una sociedad más equitativa, amorosa y segura para las mujeres la maternidad tiene que ser deseada

Por Dani Castillo