Agradecimiento

El agradecimiento se ha convertido para mí en una de mis prácticas claves para vivir en paz. La verdad es que hay muchísimas cosas en nuestra sociedad actual que nos viven recordando la falta o ausencia de cosas en nuestras vidas. El pensar que hay cosas que “deberíamos tener” porque otras personas las tienen o porque la sociedad nos ha dicho que así debería ser. Ese sentimiento de ausencia es muy cómodo. Nos permite echarle la culpa a la falta de esas cosas de cómo nos sentimos. Constantemente pensamos “Es que si yo tuviera ese cuerpo me sentiría cómoda de usar bikini” o “Si yo tuviera esta cantidad de dinero me sentiría feliz”. No nos damos cuenta de que lo que deseamos no es el cuerpo ni el dinero, es la comodidad que creemos que ese cuerpo nos daría o la felicidad que suponemos que podemos obtener con esa cantidad. Pero digo que es cómodo porque nos posiciona como víctimas de la ausencia y no como autoras de nuestra realidad. En el momento que nos damos cuenta que no necesitamos el cuerpo ni el dinero y que probablemente si tuviéramos esas cosas nos sentiríamos igual porque lo que necesitamos es un cambio interno y no externo, es cuando recuperamos el poder y empezamos a manifestar intencionalmente la realidad que queremos. Digo intencionalmente porque siempre estamos manifestando, todo lo que tienes en tu realidad viene de algo que está dentro de ti. Ahí es cuando entra el agradecimiento. 

El agradecimiento no es cerrar los ojos a las cosas malas y solo ponerle atención a las buenas, es darnos cuenta que no existe lo bueno ni lo malo, todo nos puede beneficiar si soltamos las expectativas y nos damos cuenta que todo puede ser para nuestro mayor beneficio si nos abrimos a ver las posibilidades. Agradecer es una forma de decirnos que confiamos en nosotras mismas y en el universo y que sabemos que nunca estamos en ausencia de nada, nunca nos falta nada, estamos justo donde tenemos que estar, el aquí y el ahora. Cuando agradecemos estamos aceptando que hay una gran parte que no podemos controlar, que hay un poder superior, divinidad, Dios, Diosa, universo, como le quieras llamar, que también está en juego y que estamos co-creando con eso. El agradecimiento es llenarnos de esos sentimientos de felicidad y comodidad que le poníamos a cosas externas y darnos cuenta que nunca estuvieron ahí y que pueden venir como consecuencia de nuestra apertura a nuevas oportunidades, pero que no las necesito para sentirme así.  Ojo que no estoy diciendo que no tengamos metas hacia el futuro ni que no deseemos nada, simplemente que nos demos cuenta que tener o no tener esas cosas no nos define como personas, pero nuestra perspectiva si define nuestra realidad.

Esto no se trata de ser positiva o negativa, se trata de vivir en el presente y preguntarte a ti misma qué te funciona más, vivir frustrada por la ausencia o vivir agradecida por la abundancia. La misma persona puede escoger vivir en cualquiera de esos dos estados en la misma situación, pero al final es eso, una decisión.

Te dejo algunas preguntas para que te hagas y puedas empezar a practicar el agradecimiento en tu vida.

 ¿Cómo decides vivir tu? ¿Por qué puedes agradecerte a ti misma hoy? Piensa en una situación difícil y responde ¿Qué puedo agradecer incluso en esta situación?

 

Ana Morales Tarot

Coach espiritual, tarotista, bruja y apasionada de acompañar(se) en procesos de sanación. Hago sesiones de coaching espiritual con tarot para ayudarte a tener claridad y que te puedas desbloquear los caminos para manifestar la vida que deseas.

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